En Hungría, los pequeños pensionistas se ven obligados a trabajar para asegurar su “subsistencia”

Las bajas pensiones y los altos precios de los alimentos están obligando a un número creciente de jubilados a volver al trabajo, según informa la revista húngara HVG. Es probable que esta tendencia continúe en los próximos años.
En Hungría, en 2024, según cifras del instituto nacional de estadística KSH, 125.000 jubilados de entre 65 y 74 años trabajaban para mejorar su pensión, 5.000 más que en 2023 y 50.000 más que en 2019, según informa el semanario húngaro HVG en su sitio web . «Un tercio de los jubilados que trabajan optan por esta opción debido a problemas de subsistencia», explica Attila Gazsi, vicepresidente de VOSZ, la principal federación nacional de empresarios y líderes empresariales.
Una tendencia que no sorprende dada la cuantía de sus prestaciones, lamenta HVG . «Casi el 38 % de los 2 millones de pensionistas recibe menos de 180.000 florines [447 euros] al mes», es decir, 760.000 personas, de las cuales 180.000 ni siquiera reciben 100.000 florines [248 euros] al mes». La pensión media era de 243.000 florines [604 euros] en enero de 2025, y alrededor de 800.000 pensionistas viven por debajo del mínimo vital, explica el artículo.
Una excontadora de costes jubilada de 70 años declaró a HVG que "no puede sobrevivir con su asignación de 180.000 florines" y que "limpia en una oficina" para llegar a fin de mes. Lamenta que su pensión sea insuficiente, "a pesar de que empezó a trabajar a los 15 años", "obtuvo su bachillerato asistiendo a clases nocturnas" y "siempre tuvo un trabajo registrado". Sin embargo, "solo llega a fin de mes si trabaja 20 horas" a la semana.
“Los ingresos reales de los beneficiarios de pensiones bajas —menos de 210.000 florines [522 euros] al mes— han caído drásticamente desde las elecciones parlamentarias de 2022”, afirma Tamas Katona, exdirector del instituto nacional de estadística KSH. Este economista atribuye el fenómeno al “aumento del 63,1 % en los precios de los alimentos en los últimos tres años” y considera “deshonesto” al gobierno de Orbán, que “afirma preservar el valor real de las pensiones”.
Kalman, quien recibe una pensión de 140.000 florines (350 euros), "no se avergüenza de tener que trabajar a una edad avanzada", pero "no podría vivir solo de su pensión", declara a HVG el excomerciante que realiza estudios de mercado. Los jubilados "no tienen la misma capacidad laboral que los jóvenes", pero "son rentables y muy fiables" para los empleadores, señala Attila Gazsi. Según él, la proporción de jubilados activos aumentará en los próximos diez años.